Si la historia de Francia es amplia, podemos dar por hecho que no en todas las épocas
de esta extensa historia, la sociedad del país era de igual manera.
En la época del Antiguo Régimen encontrábamos lo mismo que en España:
privilegiados, no privilegiados, nobleza y clero.
Posteriormente, tuvo lugar en Francia la Revolución Francesa y con ella llegó un
gran cambio.
Los no privilegiados estaban hartos de vivir en la pobreza y de ser los que, con
menos capital, se tuvieran que encargar de pagar los impuestos.
La revolución fue dura y sangrienta y uno de los acontecimientos más importantes de
toda la historia de Europa. Con ella se eliminó la monarquía de Francia que actualmente
es un país republicano y democrático.
En cuanto a la sociedad, podría centrarme en su evolución, su historia y los cambios
que ha sufrido en cuanto a la natalidad, la mortalidad o el envejecimiento de su
población. Pero tratándose de Francia, hay un aspecto que me llama personalmente la
atención y que no se repite en el resto de países europeos. Se trata de la gran cantidad de
inmigración tanto africana como de otros países de la Comunidad Europea que el país
galo acogió hace unos años y sigue acogiendo actualmente.
Podríamos decir que mucha de la población de Francia es de origen extranjero y no
solo eso si no que debido a la gran cantidad de inmigración que hubo en Francia en los
90 de origen portugués, argelino, congoleño, marroquí, turco, estadounidenses,
italianos, etc, muchos franceses tienen rasgos que no parecen europeos. Es decir, al
contrario de lo que puede pasar aquí, que si vemos a una persona de color nos resultaría
muy extraño que fuera de nacionalidad española, en Francia eso es algo habitual y muy
común.
Encontramos algunos ejemplos en “celebridades” de este momento como los
futbolistas del Real Madrid y de la Selección Francesa Raphael Varane y Karim
Benzema, el tenista Tsonga o la cantante Tamara Marthe, más conocida como Shy'm.
Benzema tiene ascendencia argelina.
Más curioso es el caso de Varane, cuyo progenitor es nativo de la isla caribeña de La
Martinica, antigua colonia francesa. Al igual que la
cantante Shy'm cuya madre es francesa y cuyo padre también es de origen caribeño.
Son algunos ejemplos de personas conocidas pero como ellos, miles y miles de
franceses tienen rasgos originarios de otros lugares del mundo debido a la cantidad de
inmigración que ha recibido nuestro país vecino durante décadas.
En cuanto a la cultura me he centrado en comentar algunos símbolos de Francia ya
que los símbolos son el distintivo de cada nación, lo que más vemos y lo que más nos
recuerda a los otros países y creo que es interesante que sepamos de dónde vienen y
debido a qué.
Los símbolos que más destacan de Francia son el himno La Marsellesa, el gallo, La
Mariana y las palabras Liberté, Égalité, Fraternité.
La Marsellesa es un canto a la libertad con fecha del año 1792, cuando tras la
declaración de guerra del Rey de Francia a Austria, Rouget de l'Isle que era un oficial
francés en misión en Estrasburgo, compuso un “Canto de guerra para el ejército del
Rin”.
Este canto fue posteriormente adoptado por los federados de Marsella que
participaron en la insurrección de las Tullerías el 10 de agosto del mismo año, por lo
que fue bautizado como la “Marsellesa”. Y debido al gran éxito que tuvo, fue declarado
“canto nacional” el 14 de julio de 1795.
Napoleón la prohibió durante el Primer Imperio. Prohibición que se alargó también
durante la Restauración tras la que la Marsellesa fue rehabilitada por la revolución de
1830, cuando Berlioz elaboró una orquestación que dedicó a Rouget de l’Isle.
En 1879, ya en la Tercera República, fue proclamada himno nacional y en 1887, se
adoptó la versión oficial de la misma.
En septiembre de 1944, una circular del ministerio de Educación Nacional
recomendó que se cantara la Marsellesa en las escuelas para celebrar la liberación de los
franceses y sus mártires y las posteriores constituciones de 1946 y de 1958 la ratifican
como himno nacional. A continuacion, os adjuntamos un enlace para que podáis deleitaros con este bonito himno.
https://www.youtube.com/watch?v=x6MXQqQXAxI
El siguiente símbolo, el gallo, lo podemos encontrar
desde la antigüedad en las monedas galas. Esto se debe a un juego de palabras surgido
porque el término latino “gallus” significa al mismo tiempo gallo y galo, por lo que se
conviertió en símbolo de la Galia y los galos.
El gallo encima de un cañón fue usado durante la Revolución Francesa pero durante
el Imperio, Napoleón lo rechazó argumentando que "el gallo no tiene fuerzas, no puede
ser la imagen de un imperio como Francia".
A partir de 1830, volvió a ser muy apreciado ya que por ordenanza del 30 de julio de
1830, el gallo galo debe figurar en los botones de los uniformes y por encima de los
estandartes de la guardia nacional.
Napoleón III lo volvió a rechazar, al igual que su antepasado, pero el gallo se
convirtió en símbolo casi oficial de la III República. De hecho, las rejas del parque del
palacio del Elíseo, que fueron forjadas a finales del siglo XIX, están ornadas con un
gallo, así como la moneda de oro acuñada en 1899.
Durante la Primera Guerra Mundial, el símbolo del gallo se utilizaba como oposición
al águila alemana y aunque la República Francesa prefiere actualmente el símbolo de
Mariana, el gallo sigue figurando en el sello de Estado, que es el de la Segunda
República: la libertad sentada y agarrando un timón en el que está representado un
gallo.
La figura de un gallo solo, se utiliza únicamente para evocar a Francia como
emblema deportivo.
Para mí, el símbolo que he mencionado anteriormente, La Mariana, es menos
conocido. Por ello me ha resultado curioso también investigar sobre él.
Aunque la Constitución de 1958 diera más importancia a la bandera tricolor como
emblema nacional de Francia, la Mariana encarna también la República Francesa.
El busto de Mariana del escultor Georges Laurent
Saupique (1889-1961) fue uno de los bustos oficiales durante la Cuarta República cuyas
primeras representaciones de una mujer con gorro frigio, alegoría de la Libertad y la
República, aparecieron durante la Revolución Francesa.
El origen de la apelación de Mariana no se conoce con seguridad pero es un hecho
que Marie-Anne era un nombre muy frecuente durante el siglo XVIII, por lo que
cumplía perfectamente con su función de representar al pueblo.
Durante la Tercera República, las estatuas y, sobre todo, los bustos de Mariana se
multiplicaron, en particular en las casas consistoriales y se fueron desarrollando
diferentes tipos de representación. Unas más conservadoras o menos revolucionarias
que otras: el gorro frigio se consideraba en ocasiones excesivamente conspirativo y se
reemplazaba por una diadema o una corona.
Este símbolo figura actualmente en objetos de amplia difusión, como las monedas o
los sellos de correos y es habitual que para hacer referencia a ella se hable de la obra La
Libertad guiando al pueblo de Délacroix, ya que no son
pocos los críticos que han argumentado que es muy posible que sea una representación
de la Mariana.
Y por último pero no menos importante, he decidido comentar la famosa cita
francesa: Liberté, Égalité, Fraternité.
Esta divisa es herencia del siglo de las Luces y se proclamó por primera vez durante
la Revolución francesa. Aunque a menudo y a lo largo de toda su historia ha sido
cuestionada, terminó imponiéndose bajo la III República y siendo consignada en la
Constitución de 1958 como patrimonio nacional de Francia.
En un discurso sobre la organización de las milicias nacionales en diciembre de
1790, Robespierre propuso inscribir las palabras "El Pueblo Francés" y "Libertad,
Igualdad, Fraternidad" en los uniformes y las banderas pero no recibió apoyo y su
proyecto fue rechazado.
Posteriormente, partir de 1793, los parisinos, imitados al poco tiempo por los
habitantes de las demás ciudades, se dedicaron a pintar en las fachadas de sus casas la
siguiente leyenda:"unidad, indivisibilidad de la República; libertad, igualdad o muerte”.
Pero pronto eliminaron la última frase debido a que recordaba y estaba demasiado
asociada al Terror.
Como el resto de símbolos revolucionarios que he mencionado anteriormente, la
divisa cayó en desuso bajo el Imperio pero reapareció durante la Revolución de 1848,
con un gran carácter religioso: los sacerdotes celebraban al Cristo-Fraternidad.
Con al redacción de la Constitución de 1848, la divisa "Libertad, Igualdad,
Fraternidad" fue definida como un principio de la República.
Fue nuevamente repudiada bajo el Segundo Imperio pero acabó por imponerse bajo
la III República. Aunque cabe decir que, todavía hoy, se observan algunas resistencias,
entre los partidarios de la República debido a que la solidaridad se prefiere a la
igualdad, ya que esta supone una nivelación social, y la connotación cristiana de la
fraternidad no recibe una aprobación unánime.
Esta divisa se volvió a inscribir en el frontón de los edificios públicos con motivo de
la celebración del 14 de julio de 1880 y figura en las Constituciones de 1946 y 1958.
muy buena la leectura
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